sábado, 7 de noviembre de 2015

Evangelio Domingo 8 de Noviembre de 2015- Comentario

XXXII Tiempo Ordinario
Dibujo: Fano


La mente de Dios es revolucionaria. ¿Qué es lo que salva, lo que remueve, lo que sana, lo que cambia la lógica de todo? La ternura, la entrañable misericordia de Dios, revestido de viuda, necesitada, pobre que se da a sí  misma. Da la ofrenda de su Amor, de todo lo que tiene.

El tejido escondido de
la ternura, en la viuda del Evangelio, salva el mundo. Tantos gestos de personas anónimas que se dan a sí mismas, a fondo perdido, por los demás, sostienen a una humanidad que necesita de esta entrañable ternura.
Dios salva el mundo a través de los más pequeños. La ternura de Dios se despliega por los más sencillos, los que no cuentan. Y, sin embargo, son ellos los que nos muestran el camino para dar la vida hasta el final, dándonos, con la moneda de nuestro amor, como Jesús nos enseñó.
(Comentario de Mc 12,38-44)

Fernando Cordero ss.cc

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